El estudio, dirigido por la profesora Malka Cohen-Armon y su equipo en la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv (TAU, por sus siglas en inglés), en colaboración con el equipo de la Dra. Talia Golan, del Centro de Investigación de Cáncer en el Centro Médico Sheba, se publicó recientemente en la revista Oncotarget.
La investigación se realizó con xenoinjertos, trasplante de cáncer de páncreas humano en ratones inmunocomprometidos. Un mes después de ser inyectado con la molécula diariamente durante 14 días, "hubo una reducción del 90% de las células pancreáticas en el tumor", dijo Cohen-Armon a The Jerusalem Post. "En un ratón, el tumor desapareció por completo".
"Esta molécula causa una anomalía durante la mitosis de las células cancerosas humanas, provocando la muerte celular rápida", señaló Cohen-Armon, quien añadió que "por lo tanto, la multiplicación celular en sí resultó en la muerte celular en las células cancerosas tratadas".
Además, la científica indicó que la PJ34 parece no tener impacto en las células sanas, por lo tanto, "no se observaron efectos adversos". Los ratones continuaron creciendo y aumentando de peso como de costumbre.
Cohen-Armon agregó que publicó por primera vez sobre este mecanismo en 2017, cuando se utilizó para tratar eficazmente el cáncer de mama triple negativo implantado en xenoinjertos.
La científica estima que el tratamiento tardará en estar disponible para los pacientes "al menos dos años, con la condición de que obtengamos suficientes fondos".
Primero, el grupo probará el tratamiento en cerdos y luego solicitará el permiso para administrar esta molécula a los humanos. "Soy optimista", concluyó Cohen-Armon.
El cáncer de páncreas es uno de los más difíciles de tratar. La mayoría de las personas diagnosticadas con la enfermedad no llegan a vivir cinco años después del diagnóstico.