El jefe de Electrocardiología del Instituto Nacional de Cardiología indicó en entrevista con Notimex que aunque no existe una estimación exacta, en México se calcula que hay entre 500.000 y 800.000 personas afectadas con el transtorno, lo que aumenta el riesgo de una a siete veces más el de sufrir una embolia cerebral e insuficiencia cardíaca.
El procedimiento, llamado ablación por radiofrecuencia, detalló, logra eliminar la arritmia en más de 85% de los casos y tiene apenas un porcentaje de riesgo de 2%, que puede ser como sufrir un moretón o alguna otra molestia mínima, mientras que el peligro de mortalidad es de uno entre 6.000 pacientes.
Además de que, indicó, como es una intervención mínimamente invasiva, "la recuperación es muy rápida; en menos de 12 horas el paciente se puede levantar de la cama, salir caminando del hospital, tener una convalecencia de 24 horas a su casa y retomar sus actividades laborales y cotidianas a 36 horas de haber realizado el procedimiento".
"Lo cual representa una enorme ventaja contra cualquier cirugía donde sabemos que un paciente puede pasar una semana, 10 o 15 días en convalecencia después de una operación abierta del corazón", señaló.
El procedimiento que dura entre dos y cuatro horas, explicó, consiste en tratar de producir pequeñas lesiones, forma de una cauterización alrededor de las venas en la aurícula izquierda del corazón, las cuales se cree que producen la actividad eléctrica anormal que genera la arritmia, con un catéter especial que usualmente es introducido por las venas de la ingle.
Entonces, señaló Santiago Nava, se puede reconstruir la cavidad del corazón en tercera dimensión y navegar dentro de ella "como si fuera una aplicación de manejo que nos va diciendo a que zonas vamos a dirigir el catéter para poner las pequeñas lesiones hasta aislar las cuatro venas de la aurícula izquierda".