La propia Young fue una de las tantas víctimas de anorexia nerviosa, un trastorno que provoca rechazo de la ingesta de alimentos por desarrollar un miedo irracional al aumento de peso.
Esta escritora británica ayudó a muchas personas que padecían pensamientos desordenados relacionados con la comida, la imagen, las relaciones sociales y la salud, según un artículo de la especialista argentina Virginia Busnelli, directora del Centro de Endocrinología y Nutrición (CRENYF).
"Hoy el Día Internacional Sin Dietas es un evento mundial que tiene como objetivo, sensibilizar a la población acerca de la discriminación, erradicar las fobias con los que sufren exceso de peso, acabar con las obsesiones sobre el peso corporal y la forma, honrar a las víctimas de trastornos de la alimentación e informar sobre la falsas predicciones de las múltiples dietas", publicó la especialista en Télam.
"Una dieta no es más que una negación de una nutrición saludable para nuestro cuerpo, no es más que la vía de comercialización global que abusa del término para hablar de un cuerpo y una vida mejor, pero negociando con el grave problema de la obesidad", explicó.
La nutricionista alertó de nueve puntos que cumple toda dieta falsa:
- No educan ni informan a las personas con la verdad
- Se realizan la mayoría de las veces sin control médico
- Se basan en mitos sin sustento nutricional
- Prometen una pérdida acelerada de peso en poco tiempo y sin ejercicio físico
- No ofrecen características particulares para cada paciente según su vida, sino que es el mismo plan para todos
- Fomentan la realización de ayunos, que tienen un fuerte impacto negativo en nuestra salud
- Consideran a la comida un problema reemplazándola por suplementos
- Santifican algunos alimentos y satanizan otros
- Prohíben algunos alimentos en relación a los horarios y le atribuyen propiedades mágicas a otros, motivando un patrón de alimentación absolutamente restrictivo e imposible de sostener.
Para el final de una dieta de este tipo, la experta anuncia un descontrol alimentario donde entonces se empieza a comer en exceso, "acompañado de fuertes sentimientos de fracaso y frustración por no haberlo logrado una vez más".
"Si combinamos estos fracasos con una vulnerabilidad genética, un aparato psíquico devaluado y el gran dolor de no lograr el cuerpo deseado, muchas personas pueden caer directamente en un trastorno alimentario", explicó la experta.
El Día Internacional sin Dietas no aplica en casos de regímenes alimenticios como la dieta sin gluten para celíacos, un control que no no debe ser transgredido ya que podría poner en riesgo la propia vida.
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