El gen funciona como un inhibidor para todos los procesos metabólicos que convierten la grasa en calor corporal. Cuando los científicos lo 'desconectaron' en estos ratones, descubrieron que los roedores comenzaban a quemar más calorías —a producir más calor corporal— que antes y a ser más resistentes. De ahí el aumento de peso.
"Sabemos que mucha gente intenta perder peso o, por una serie de razones, simplemente controlarlo. Los resultados de esta investigación pueden ser un primer paso para una pastilla que se centre en la función del RCAN1 y que reduzca el peso", asegura el profesor Damien Keating, uno de los autores del estudio.
En el cuerpo humano hay dos tipos de grasas: las blancas y las pardas. El organismo utiliza las blancas —precisamente aquellas que son más visibles y menos estéticas— para almacenar energía y, las pardas, para quemarlas y generar así calor corporal. La futura pastilla permitiría convertir la grasa blanca en grasa parda.
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Los científicos tienen claro que son necesarios todavía más estudios para determinar que se obtiene el mismo resultado en humanos.