Los pescados y mariscos son la fuente principal de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3: el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA). Su uso reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejora la actividad del cerebro. La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir al menos un gramo de estos ácidos diariamente.
Según el jefe del Departamento de ecosistemas acuáticos y terrestres de la SFU, Mijaíl Gládishev, el contenido de ácidos grasos poliinsaturados Omega-3 en el Salvelinus boganidae es de unos 33 mg por 1 g.
"El consumo de solo 30 gramos al día de este pez que habita en el norte del Territorio de Krasnoyarsk cubriría la norma diaria de ácidos grasos recomendada por los médicos", destaca Gládishev.
Según él, los científicos no descubrieron factores importantes que prueben que los peces marítimos son más útiles que los de agua dulce. En el tejido muscular de las sardinas el contenido total del EPA y DHA es de unos 26 mg por 1 g de la masa biológica.
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