El leucocito inflamatorio Neuropilin1-macrófago positivo es crucial en el proceso de preparación del tejido graso para el aumento de peso de manera saludable, es decir, aquel que no provoca complicaciones cardiovasculares.
Una vez que la cantidad de triglicéridos y colesterol alcanza niveles excesivos, se activan factores inflamatorios que causan daño a las paredes de los vasos sanguíneos, así como desembocan en alteraciones en el funcionamiento del sistema cardiovascular.
En este caso, el organismo empieza a producir varios tipos de células inmunitarias específicas, como el leucocito inflamatorio Neuropilin1-macrófago positivo, que contribuyen a la eliminación del exceso de grasa corporal y a su redistribución en el organismo para prevenir efectos perjudiciales.
"Para que el tejido graso crezca de modo saludable primero hay que prepararlo, de igual manera que se abona adecuadamente un huerto antes de recoger los frutos deseados", comentó uno de los autores del estudio y catedrático de la Universidad de Montreal, Przemyslaw Sapieha.
En la comunidad médica se acepta universalmente que la obesidad tiene efectos altamente nocivos sobre la salud. Anteriormente, los investigadores de la Universidad de Bristol habían descubierto que la obesidad influye en la tasa de mortalidad en un grado mucho mayor de lo que se creía hasta ahora.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte desde hace años sobre la epidemia global de obesidad.
Según sus datos, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo desde 1975. En 2016, más de 1.900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso. De ellos, más de 650 millones eran obesos.
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