Tales resultados fueron comprobados por los científicos al término de un estudio de 12 años. En su intervención ante el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en Barcelona, el profesor Pekka Jousilahti, del Instituto Nacional de Finlandia para la Salud y Bienestar Social lo dejó más claro: "Al corazón no le gusta la sal".
Pekka Jousilahti anunció que su estudio encontró que el consumo de más de 13,7g de cloruro de sodio, o sal de mesa, en un día duplica la tasa de insuficiencia cardíaca.
"Las personas que consumían más de 13,7g de sal al día tienen un riesgo dos veces mayor de insuficiencia cardiaca en comparación con aquellos que consumen menos de 6,8g. Este aumento del riesgo es totalmente independiente de la presión arterial", indicó el profesor.
Según la Organización Mundial de la Salud, unas 2,5 millones de muertes podrían evitarse anualmente si las personas redujeran el consumo de sal a su nivel recomendado de 5 gramos diarios. La propia institución indica que la mayoría de las personas consume muy por encima de esa norma: entre el 80% y el 140% más de lo debido.