Según un nuevo estudio, el parásito Angiostrongylus cantonensis ha sido encontrado en ratones y caracoles en cinco condados de la Florida, tanto en el centro como en el norte del estado. El gusano ya había sido hallado previamente en el sur de la Florida. La investigación es una de las primeras en mostrar la extensión de la propagación del parásito a través del estado.
La contaminación por el gusano, capaz de afectar el cerebro y causar meningitis, se da a través de la ingesta de alimentos infectados. Las personas contagiadas pueden presentar dolores de cabeza, rigidez de cuello, náuseas, vómitos y sensaciones anormales en brazos y piernas. Pese a que la mayoría de las personas se recuperan completamente sin tratamiento, la infección podría causar problemas neurológicos e, incluso, la muerte.