Los investigadores analizaron las neuronas que participan en el proceso de supresión del apetito cuando la cafeína es ingerida en el organismo. Asimismo, estudiaron la actividad dentro de los receptores ubicados en el hipotálamo que son bloqueados por los estimulantes contenidos en la cafeína.
Este grupo de investigadores se dio cuenta que la cafeína contribuye a la liberación de la oxitocina, una hormona que regula el metabolismo energético.
Para los experimentos utilizaron roedores, a los que sometieron a dosis extremadamente altas de cafeína (60 miligramos por cada kilogramo de peso corporal), lo que equivale a 24-36 tazas de café al día para los humanos.
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Los resultaron demostraron que la cafeína menoscaba el equilibrio energético en el organismo por lo cual su consumo o el de sus derivados puede ayudar a combatir la obesidad.