Ante esta alarmante tendencia, los médicos y científicos investigaron a un pueblo aislado del proceso de la globalización para tratar de entender cómo el estilo de vida moderno influye en el aumento de los males del corazón.
El trabajo, publicado en la revista The Lancet, revela que casi el 85% de los tsimané observados no presentó riesgos de padecer enfermedades del corazón; el 13% mostró un riesgo bajo, y solo el 3% exhibió un riesgo moderado o alto. A modo de comparación, el 50% de los americanos mayores de 45 años muestra un riesgo medio o alto de sufrir enfermedades coronarias.
"Los representantes de la tribu tsimané muestran los niveles de padecimiento de ateroesclerosis más bajos del mundo. La presión arterial, los niveles de colesterol y glucosa también son casi ideales y la razón de semejante buena salud, probablemente, no radica en la genética, sino en un estilo de vida saludable", relató Hillard Kaplan, especialista en antropología evolutiva y coautor de la investigación.
Por muy trivial que parezca, es un hecho: una dieta saludable y un modo de vida activo son el camino idóneo hacia una salud de hierro.
La investigación también reveló que los tsimané permanecen inmóviles solo el 10% de su tiempo diurno, mientras que el promedio general del mundo 'civilizado' es de un enorme 54%. El día a día de este pueblo está muy ligado a la caza, la pesca y los trabajos agrícolas.
Está claro que en el mundo moderno se nos hace muy difícil copiar el modo de vida que llevan los integrantes del pueblo tsimané, pero algunos de sus factores clave —como la actividad física y una dieta saludable— sí que pueden ser puestos en práctica. Agréguese a eso la total ausencia de alcohol y tabaco y se topará uno con la receta perfecta para la salud de su corazón, concluyen los autores del trabajo.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 января 2017 г.