La paciente murió al fracasar en curar su enfermedad, que se mostró resistente a 26 diferentes antibióticos —incluido un moderno derivado de tetraciclina desarrollado precisamente para combatir las 'superbacterias'—. Solo una sustancia, fosfomicina, se mostró eficaz, pero en EEUU está certificada solo para el consumo oral y no para la aplicación intravenosa, según el ente.
"Esto es preocupante. Por demasiado tiempo hemos confiado en crear nuevos y nuevos antibióticos. Pero es evidente que las bacterias pueden desarrollar resistencia más rápidamente que nosotros, crear nuevos fármacos", afirmó el doctor Alexander Kallen, empleado de CDC.
Otra parte son los obstáculos en certificar nuevos fármacos. Se requieren varias pruebas de las sustancias a gran escala para excluir efectos secundarios negativos en la salud humana.
"Hubo un tiempo cuando mantuvimos la paridad con las bacterias. Ahora nos vemos algo adelantados. ¿Pueden imaginarse un regreso a los tiempos cuando la gente moría a los 30 años de edad por infecciones?", se pregunta Adam Woodrow, responsable de marketing de la empresa farmacológica Paratek, citado por el medio.