"Descubrimos que muchos pilotos activos tienen síntomas depresivos, y es posible que no busquen tratamiento por el miedo a un impacto negativo en su carrera", dijo uno de los autores del estudio, Joseph Allen.
El investigador señaló que "hay un velo de secretismo en torno a los problemas de salud mental en la cabina", pero el carácter anónimo de la encuesta ayudó a mitigar los temores a la estigmatización y la discriminación laboral.
Los resultados de la encuesta se dieron a conocer un año y medio después de que el alemán Andreas Lubitz, un copiloto de Germanwings que sufría depresión, estrellara deliberadamente un avión en los Alpes franceses.
En el accidente murieron las 150 personas a bordo del avión, un Airbus A320 que volaba de Barcelona a Dusseldorf.