Además, la mujer se cambió el color de los ojos, se aumentó el tamaño del pecho y más recientemente se sometió a una cirugía para engrosar sus labios. En 2017, tiene planeado realizarse otras 10 cirugías.
"Estaba contenta con cómo me veía anteriormente y estoy satisfecha con cómo me veo ahora; pero tengo una visión de cómo quiero verme y voy a seguir persiguiéndola", explica la modelo, según recoge el Daily Mail.
Actualmente, la modelo vive en Carolina del Norte, mientras que su familia continúa en Suecia. Desde allí, sus familiares muestran su sorpresa, su confusión y su preocupación por la apariencia de su familiar.
La madre de la modelo, por ejemplo, teme que el cuerpo de Pixee no soporte las cirugías que su hija se ha hecho y las muchas más que planea hacerse en el futuro.
Su padre, por otro lado, explica que ella no les contó acerca de sus primeras cirugías y que incluso ahora mantiene muchos secretos. El progenitor esperaba que la joven se hiciera florista, pero ella se decantó por una carrera como modelo.
"Ella siempre estaba recogiendo flores en el verano e incluso en invierno, cuando las flores estaban secas y muertas, ella las recogía y realizaba hermosos arreglos florales", revela Karl-Axel Bartholf, padre de Pixee.
Pixee entiende los miedos de sus padres y sabe que es difícil para los padres aceptar los cambios de sus hijos y revela que "siempre es un poco incómodo volver a casa". Sin embargo, la joven dice estar feliz con su apariencia y espera seguir 'perfeccionándola' en el futuro.
