En 2015, el Gobierno británico propuso recortar a 30 libras, equivalente a 44 dólares, el pago semanal a las personas con incapacidad laboral por enfermedad, pero que podrían trabajar en un futuro; está previsto que la ley entre en vigor en abril de 2017.
"Una encuesta realizada a unas 1.000 personas que viven con cáncer en el Reino Unido reveló que una de cada diez sería incapaz o le costaría pagar su alquiler o préstamo hipotecario si perdiera 30 libras a la semana", informa el comunicado.
El Macmillan Cancer Support insta al Gobierno a frenar los recortes previstos, explicando que vivir con cáncer supone numerosos gastos adicionales, de transporte, calefacción y otros.
En julio de 2015, el Canciller de la Hacienda del Reino Unido, George Osborne, anunció el nuevo plan presupuestario para los años 2016 y 2017, que prevé recortes en el sistema de sanidad así como congela las subidas salariales superiores al 1 por ciento para los empleados del sector público.