"El Ministerio de Industria y Comercio, según averiguó Kommersant, prevé antes del fin del año elaborar un concepto para introducir el uso masivo de alcoholímetros inmovilizadores [bloquean el arranque si detectan alcohol en la respiración] y promoverá la instalación de estos dispositivos entre los productores de vehículos", dice el medio.
El diario señala que antes la Policía de tráfico rusa apoyó la iniciativa.
En 2019 la Comisión Europea acordó aprobar la incorporación obligatoria en 2022 de sistemas de seguridad en los vehículos nuevos, en que se incluirán bloqueos de arranque por alcohol.
El vicepresidente del grupo del Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR, por sus siglas rusas) en la Duma de Estado (Cámara Baja) Yaroslav Nílov, en un comentario a Sputnik calificó la iniciativa de "sensata", pero subrayó la necesidad de "prepararla de modo que sea imposible evitar ese sistema de bloqueo".
"Pero incluso si hallan una vía para implantar el uso masivo de ese mecanismo, en nuestros talleres mecánicos aparecerá un nuevo servicio: desactivar un bloqueo de arranque", aseveró.
El principal analista de la asociación Transporte digital y logística Andréi Ionin declaró a Sputnik que "el uso obligatorio de bloqueos de arranque por alcohol no va a ser una solución eficaz y justa del problema de los ebrios al volante, sino se convertirá en un gasto insensato y considerable para todos los automovilistas ejemplares".
"Nadie puede obligar a una persona a justificar en contra de sí misma, y sin una decisión judicial correspondiente no se puede limitar el derecho a usar su propiedad, en este caso el coche. La instalación obligatoria del bloqueo de arranque por cuenta de conductor (…) viola los derechos constitucionales", subrayó.
"En nuestro país esos líquidos llevan alcohol, y no está claro cómo afectará su uso al funcionamiento del bloqueo de arranque", apuntó.
A inicios de julio el jefe de la Policía de tráfico de Rusia, Mijaíl Chernikov, comunicó que en los primeros cinco meses de 2020 fueron detectados unos 4.500 conductores ebrios, lo que representa una reducción del 9,6% frente al mismo período del año pasado.
Uno de cada diez accidentes de tráfico, indicó, se produce con un conductor ebrio, y uno de cada cuatro figurantes del accidente de ese tipo fallece.