Martin Beck, ciudadano ruso de 43 años, oriundo de Chechenia, quien vivía en Austria desde 2005 y tenía un videoblog titulado Anzor de Viena, fue asesinado el 4 de julio pasado en la ciudad de Gerasdorf.
Cuando el periodista precisó que, según los medios, el bloguero criticaba al jefe de Chechenia, el portavoz del Kremlin añadió que estas declaraciones "no tienen nada que ver con el sentido común".
Peskov añadió que el Kremlin no conoce detalles del caso ni la situación jurídica del checheno asesinado en Austria.
El propio Kadírov achacó los rumores sobre su implicación en el asesinato de Beck al trabajo de los servicios especiales extranjeros contra Rusia.
Detención del periodista Safrónov
Además, Peskov declaró que el presidente ruso será informado acerca de la reacción del sector de los medios a la situación en torno al arresto del periodista Iván Safrónov.
El portavoz del Kremlin señaló que de momento no puede hablar de reacción alguna del presidente.
Uno de los periodistas preguntó a Peskov, qué debe pasar para que el Kremlin se encargue del caso de Safrónov.
"Ahora se realiza la investigación. El presidente no puede ocuparse de investigaciones contra determinados ciudadanos, incluidos ciudadanos famosos y periodistas famosos y talentosos como su colega Safrónov. Además, la investigación se realiza de manera cerrada, que es natural debido a las acusaciones presentadas", afirmó en respuesta el portavoz del Kremlin.
El 7 de julio un tribunal moscovita decidió a puertas cerradas dictar un arresto hasta el 6 de septiembre para Safrónov, quien fue detenido el mismo día bajo los cargos de alta traición.
De acuerdo con la investigación, que realiza el Servicio de Seguridad Federal (FSB), Safrónov —que en mayo pasado asumió el puesto de asesor de la dirección de la corporación espacial rusa Roscosmos y antes trabajaba como reportero experto en el sector de defensa para los periódicos Kommersant y Vedomosti— supuestamente entregaba a la OTAN una información sobre la cooperación técnico-militar de Rusia, la defensa y la seguridad nacional.
Por su parte, la defensa del periodista reveló que Safrónov es sospechoso de colaborar con los servicios especiales de la República Checa desde 2012, a través de los cuales entregaba información relativa a la cooperación técnico-militar entre Rusia y países africanos, al destinatario final, EEUU.
La editorial Kommersant tachó de absurdas las acusaciones contra su antiguo colega, mientras que Vedomosti declaró que "es un patriota de su país" y llamó a que todas las circunstancias del caso se analicen "de manera imparcial y con estricto cumplimiento de la ley".
Por su parte, Roscosmos comunicó que Safrónov no tenía acceso a la información secreta durante su trabajo en la corporación, y antes de empezar fue sometido a una prueba de seguridad.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, también refutó las declaraciones sobre la implicación de las autoridades chechenas en el asesinato del bloguero.
"Rechazamos decididamente estas insinuaciones y consideramos que dichas especulaciones son inadecuadas e impiden una investigación imparcial", dijo Zajárova en una rueda de prensa.
Añadió que actualmente se están aclarando las circunstancias de lo sucedido y que la Embajada rusa en Austria coopera con los organismos competentes de ese país.