En concreto, este 10 de junio fueron detenidos el director de la central, Pável Smirnov, el ingeniero jefe de la planta, Alexéi Stepánov, y su vice Yuri Kuznetsov.
"Las personas en cuestión fueron detenidas bajo sospecha de cometer el delito tipificado en el artículo 246 del Código Penal de Rusia", dijo la portavoz del Comité de Investigación a la prensa.
Petrenko precisó que Smirnov, Stepánov y Kuznetsov fueron detenidos "por no garantizar la seguridad durante la explotación de una instalación industrial".
"Se determinó que a partir de 2018 la estructura del depósito destruido requería una reconstrucción capital", apuntó.
Petrenko subaryó que tanto Smirnov como Stepánov y Kuznetsov estaban al tanto de que el depósito estaba deteriorado, pero igual aprobaron continuar su uso, lo que causó la avería.
El vicepresidente de la compañía metalúrgica Nornickel, a la que pertenece la planta, Nikolái Utkin calificó de "desproporcionadamente dura" la decisión de detener a los jefes de la central.
"No hay razones para pensar que nuestros colegas puedan impedir la investigación. Los jefes de la central cooperan con los servicios del orden y ahora serían más útiles en el lugar de la eliminación de las consecuencias de la avería", subrayó, citado en un comunicado de la compañía.
El 29 de mayo se produjo el derrame de 21.000 metros cúbicos de combustible desde un tanque, de una planta termoeléctrica en Norilsk, que habría sufrido daños en su estructura.
Según la compañía metalúrgica Nornickel, a la que pertenece la planta, la descongelación del permafrost habría desestabilizado los soportes del depósito.
A raíz del accidente se decretó un régimen de emergencia en la región de Krasnoyarsk.
El 5 de junio, el Ministerio de Emergencias de Rusia dio por controlada la extensión de la mancha de diésel, que contaminó el suelo y las aguas en la zona.