La medida, cuyo objetivo es hacer más eficiente el sistema legal ruso, puso fin a miles de leyes de las áreas de economía, educación, industria, medicina y agricultura. Entre las normas archivadas, se encuentra un decreto del Consejo de Comisarios del Pueblo de 1917 sobre la jornada laboral de ocho horas, leyes sobre la recaudación de impuestos y reglas sobre las condiciones de trabajo de las amas de casa.
Además de las regulaciones del tiempo de la Rusia bolchevique, muchos documentos reglamentarios adoptados ya en la Rusia moderna también se han anulados.
Otros cambios legislativos entraron en vigor en Rusia el 1 de febrero. Entre otras cosas, los beneficios sociales aumentaron para diversos ciudadanos, se han prohibido las máquinas expendedoras de cheques impresos en papel y la tarifa del transporte público capitalino aumentó en cerca de un 3%.