La construcción del puente comenzó en 2016 gracias a un préstamo de un banco chino. El acoplamiento de las dos partes tuvo lugar el 31 de mayo de 2019. La longitud de la parte rusa del puente es de 540 metros, más 13 kilómetros de caminos de acceso. La parte china del puente es de 5,9 kilómetros junto con las carreteras.
A pesar de que la construcción ha finalizado, el tráfico por el puente todavía no funciona, dijo al portal ruso BFM.ru el periodista local de la región de Amur, Anton Silvonik.
El tráfico planificado es de 800 automóviles por día. A través de este puente se prevé exportar productos de soja y polímeros de Rusia hacia China. Además se espera que después de la puesta en marcha, programada para la primavera de 2020, el tráfico se abrirá primero para el transporte de carga pesada que lleven mercancía, mientras que los automóviles que no sean de carga podrán usar el puente dentro de un año y medio, aproximadamente.