"Los científicos señalan por unanimidad que se debe soltar los animales más o menos en la misma área en que fueron capturados, es decir en la parte noroeste del mar de Ojotsk, donde los hielos se mantienen hasta junio", dijo.
En octubre de 2018, activistas de Greenpeace denunciaron que se planeaba una venta ilegal desde Rusia a China de trece orcas, mamífero que figura en el Libro Rojo.
La Fiscalía Ambiental de Vladivostok detectó infracciones cometidas por la Agencia Federal de Pesca (Rosribolovstvo) y unas compañías de captura, se abrió expediente penal con motivo de la captura ilegal y el trato cruel a los animales.
Se averiguó que once de las trece orcas eran crías y que 90 belugas (una especie de delfín de aleta chata), que se mantenían en la misma bahía, no llegaron a la edad de pubertad, además tres de ellas tenían menos de un año.
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El Ministerio de Recursos Naturales y Ecología de Rusia comunicó en marzo que dentro de poco se elaboraría una "hoja de ruta" de liberación y adaptación de los mamíferos cautivos.
El Ministerio de Recursos Naturales invitó al científico francés Jean-Michel Cousteau a Rusia para ayudar en la rehabilitación de las belugas y las orcas cautivas.
Expertos planean elaborar planes individuales del regreso de los animales al mar, el equipo de Cousteau ayudará a la parte rusa a cumplir esta tarea, dijo Bízikov a los periodistas.
"El estado de salud de los animales permite el regreso a su hábitat natural", agregó.