El vídeo está protagonizado por cuatro empleados de la Guardia Nacional rusa, Rosgvardia. Después de sacar al agresor de su asiento, uno de los agentes de las fuerzas especiales descarga su pistola y la mete en la funda.
Por su parte, Shapoválov no portaba armas ni explosivos, comunicó el Comité de Investigación ruso. "Durante el registro del sospechoso y del avión (los investigadores) no encontraron armas ni sustancias explosivas", dice el comunicado del ente.
Se informó previamente que el pasajero en estado de ebriedad "amenazando con un arma intentó irrumpir en la cabina y exigió cambiar el rumbo del avión".
Según comunica la agencia rusa RiaFan, no hubo ninguna situación de pánico a bordo del avión. Los pasajeros recibieron información de lo ocurrido en el vuelo por los medios.
Según las leyes rusas, Shapoválov podría pasar en la cárel hasta 12 años.