"El Gobierno conoce al detalle cuanto pasa con el proyecto MC-21, nada lo pone en peligro en este momento", declaró una fuente próxima al vice primer ministro Yuri Borísov.
El periódico Kommersant había publicado que, debido a las sanciones de EEUU contra dos empresas rusas implicadas en el proyecto MC-21, sus proveedores estadounidenses y japoneses dejaron de suministrarles los materiales compuestos para el ala del nuevo avión.
Representantes de la corporación Rostec calificaron de artificial el problema.
Según ellos, nadie piensa renunciar al uso de materiales compuestos en el MC-21 y la industria aeronáutica de Rusia sabrá encontrar los componentes necesarios.
El uso de materiales compuestos en el ala del MC-21 mejora la aerodinámica de la nave y reduce los gastos de explotación entre un 12 y un 15% en comparación con otros modelos de esta clase.
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La marca MC-21 engloba una gama de aviones comerciales de nueva generación diseñados para vuelos de corta y media distancia.
De momento, incluye el modelo MC-21-200 (con capacidad entre 130 y 165 pasajeros) y el MC-21-300 (160-220 pasajeros).