El 22 de diciembre por la mañana en la mina de la empresa Uralkalii se desató un incendio.
Al terreno fueron llevados ocho de los 17 trabajadores, los otros nueve quedaron atrapados a una profundidad de 360 metros sin comunicación con el exterior.
Los rescatistas intentaron en seis ocasiones acceder al supuesto lugar de los obreros atrapados, pero fracasaron por el calor y el humo del incendio.
El gobernador de la región rusa de Perm, Maxim Reshétnikov, afirmó que resulta imposible rescatar a los mineros atrapados y trasladó condolencias a sus familiares.