La OSCE presentó previamente un informe en el que acusó a las autoridades de Chechenia de violar los derechos humanos, en particular con respecto al colectivo LGBT, además de practicar supuestamente arrestos arbitrarios, torturas y castigos sumarios.
"Este informe no contiene ni una sola palabra objetiva, está basado en las publicaciones de los medios que año tras año se empeñan en verter lodo y mentiras sobre la República de Chechenia", sentenció Karímov al conversar con esta agencia.
Agregó que los autores del documento "no han estudiado la situación en Chechenia, no contactaron con sus autoridades, ni con las fuerzas del orden ni con la población".
"La OSCE siempre mantiene un enfoque sesgado de la situación en Chechenia", expresó el portavoz.
En opinión de Karímov, el informe de la OSCE "está dirigido contra Rusia", mientras Chechenia "solo se usa en el documento para criticar a la Federación Rusa".
En cuanto al caso de Titíev, Karímov aseveró que "nadie nunca tuvo el objetivo" de desatar una persecución en su contra "por su activismo de derechos humanos".
A Titíev le imputan el almacenamiento ilícito de 180 gramos de marihuana hallada en su vehículo.
La Policía de Chechenia aseguró que su arresto se realizó en enero de 2018 durante un control ordinario en las carreteras de la república, y durante el mismo sus derechos no fueron infringidos.
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Según datos de la ONG Memorial, los organismos de investigación de Chechenia se negaron en tres ocasiones a abrir un expediente penal contra los policías que, según Titíev, introdujeron la sustancia estupefaciente en su automóvil.
Titíev denunció su arresto al presidente ruso, Vladímir Putin, el jefe del Comité de Investigación, Alexandr Bastrikin, y el jefe de Servicio Federal de Seguridad (FSB), Alexandr Bórtnikov, rechazando su culpa e insistiendo en que el caso fue fabricado.