"La tasa de crecimiento en los diez primeros meses de este año asciende aproximadamente a 1,7%", dijo el jefe de Gobierno en una entrevista con varios canales de televisión.
El índice, remarcó, es similar al desempeño que muestran los otros países de Europa.
"En el 2020 trataremos de alcanzar un crecimiento de 2%, como lo tenemos previsto; y en 2021 un 3%", puntualizó.
El Rosstat, el organismo oficial de estadísticas del país, proyecta que Rusia finalizará el 2018 con un aumento de 1,8% del PIB.
En cuanto a la inflación, Medvédev auguró que se situará en 3,5% al cierre de 2018.
"Es probable que alcancemos este año la cifra de 3,5% y en cualquier caso nos mantendremos dentro de la inflación objetivo de 4%", dijo.
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Resaltó que "la tasa de inflación proyectada permite a la gente planificar sus gastos".
"Aunque es obvio que no estemos contentos con muchas cosas, pero en general valoro como positivos los resultados económicos del año, a pesar de todas las dificultades", resumió el primer ministro.
Proceso de desdolarización en Rusia
Medvédev dijo que el proceso de desdolarización no significa renunciar al dólar ni prohibir a la circulación de la moneda estadounidense en Rusia.
Subrayó que las personas podrán comprar y vender dólares libremente.
Hablando sobre la posibilidad de prohibir el dólar en Rusia, el primer ministro declaró que "nadie ha tenido estas ideas que son absurdas y contradicen las normas económicas en general".
Al mismo tiempo, Medvédev dijo que Rusia continuará su política orientada al aumento de los pagos en monedas nacionales.
Inversión extranjera
Además, Dmitri Medvédev dijo que las inversiones foráneas son secundarias para el desarrollo de la economía nacional.
"La economía nacional puede desarrollarse gracias a la inversión interna en primer lugar (…) La inversión extranjera, con todo el respeto y aunque queremos tenerla, es una fuente secundaria", declaró.
Para él, resultaba totalmente justificado dar un trato preferencial a empresas foráneas en la década de 1990, cuando la economía rusa estaba colapsada tras la caída de la Unión Soviética.
Medvédev calificó a Rusia como "una economía pujante".
"De aquí, la necesidad de apostar por fuentes propias, sin que ello signifique, evidentemente, que la inversión extranjera ya no es bienvenida. Trataremos de preservar cuanto hemos logrado en los últimos años y, en particular, mejorar el clima inversionista que todavía no es ideal, a pesar de que hemos subido, y bastante rápido, a lugares muy dignos en diversas clasificaciones de la actividad empresarial", dijo.
Dmitri Medvédev también declaró que las autoridades de EEUU y algunos países europeos "meten palos en las ruedas" a Rusia, tratando de limitar las inversiones en este país, y constató, que no obstante, nadie abandona el mercado ruso.
"En ese sentido nadie se va, aunque gobiernos aislados nos meten palos en las ruedas, no se puede ocultar, es el Gobierno de EEUU, la Administración de EEUU y algunos países europeos", lamentó.
Sin embargo, Medvédev constató que "otros países se comportan de un modo mucho más adecuado y señalan que todas estas sanciones les causaron graves daños".
"Son las mayores compañías del mundo, la capitalización total de estas compañías, cuando vienen de visita, son de varios billones de dólares, se trata realmente de figuras de primera línea, y todos nos dicen: 'quisiéramos mucho quedarnos en Rusia, desarrollar nuestros negocios'", indicó.
Para Medvédev, el enfrentamiento económico entre una serie de países y Rusia se mantiene, y tiene consecuencia en forma de sanciones.
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"Para nuestra economía resulta de gran impacto la continuidad del enfrentamiento económico con toda una serie de países que ha derivado en sanciones; sería tonto afirmar que esto no incide de modo alguno en la economía; eso incide en la economía mundial, en nuestra economía y en la economía de los países que impusieron limitaciones", aseveró.
"Se trata de una especie de airbag [almohada de seguridad] que tenemos", alegó.
El primer ministro aseveró que el año que finaliza resultó positivo para la economía rusa.
"Pese a todas las dificultades y costes, y que estamos insatisfechos con muchas cosas, los resultados finales del año, en general, pueden ser valorados como bastante positivos", afirmó.
Medvédev comentó que la economía rusa sigue a merced de los impactos externos debido a la volatilidad e imposibilidad de predecir los precios del petróleo, sin embargo, Rusia busca crear reservas para protegerse de esto.
"No puedo evitar destacar también el hecho de que realmente continuamos creando reservas para que nuestra economía esté protegida ante los impactos externos, que se mantienen.
El primer ministro destacó la volatilidad de los precios del crudo, al afirmar que "son altamente impredecibles, a pesar de que actualmente se realizan consultas en el marco de la OPEP+".
"Veamos qué resulta de todo esto", concluyó.
