"Lamentamos que ahora el debate de asuntos vitales se aplace por un tiempo indefinido", dijo Peskov a los periodistas en los pasillos de la cumbre del G20 en la capital argentina.
A la pregunta de si Rusia tomará la iniciativa para organizar una nueva cumbre con EEUU, Peskov recordó que fue el presidente Donald Trump quien decidió suspender la reunión ya acordada.
"Tal vez seamos un país con bastante paciencia, y desde luego que vamos a esperar a que se den las condiciones necesarias para que el presidente (Trump) vuelva a cambiar de decisión", puntualizó.
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La ausencia de diálogo entre Moscú y Washington lleva al aumento de las tensiones, advirtió Peskov.
Según explicó, en la agenda de este diálogo hay "asuntos candentes, cuyo debate responde al interés no solo de los pueblos de los dos países, sino de los países de Europa, Sureste Asiático, de todo el mundo".
A su vez, el asesor del líder ruso para asuntos internacionales, Yuri Ushakov, destacó que en la reunión entre los presidentes de Rusia y EEUU, Vladímir Putin y Donald Trump, cancelada por este último, estaba previsto debatir temas como el conflicto sirio, la distensión con Corea del Norte, "todo aquello que hoy está en el orden del día".
La cancelación del encuentro por parte Trump "es de lamentar sencillamente, ya que planeábamos llevar a cabo una conversación sustancial, para debatir en particular temas de la estabilidad estratégica dado el plan de los estadounidenses de retirarse del Tratado INF" sobre misiles de alcance medio y más corto, dijo el alto cargo ruso.
"Queríamos hablar de ese punto muerto que se ha creado en las relaciones bilaterales", añadió, al subrayar que la suspensión de la reunión "desde luego que no contribuye a un desarrollo constructivo" de estas relaciones.
Trump anunció en la red social Twitter que había cancelado el encuentro con Putin en el marco de la cumbre del G20 tras conocer un informe sobre el episodio ocurrido en el estrecho de Kerch entre Rusia y Ucrania el pasado fin de semana.
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El 25 de noviembre, tres buques de la Armada ucraniana violaron las aguas territoriales de Rusia y efectuaron maniobras temerarias que pusieron en peligro la navegación; los tres buques fueron apresados por los guardacostas rusos junto con sus 24 tripulantes.
Según el Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB), entre los militares ucranianos se encontraban dos agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania que dirigían lo que el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó de "una provocación deliberada".
El Kremlin subrayó que los guardacostas rusos actuaron conforme a las normas del derecho internacional después de que buques militares extranjeros entraran ilegalmente en aguas territoriales del país.
