"Para mí que fue una provocación vil y deshonesta porque perseguía objetivos políticos y otros, y los marineros militares [ucranianos] estaban condenados a sufrir las consecuencias", dijo Matvienko ante periodistas.
Comentó que detrás de esta provocación están varios "beneficiados" que esperaban causar un gran impacto pero no lo consiguieron.
"Las acciones profesionales de los guardacostas rusos impidieron que los sucesos se desarrollaran conforme al guion previsto por estos beneficiados", afirmó la presidenta del Senado ruso.
Las embarcaciones realizaron maniobras peligrosas y desoyeron la exigencia de parar, por lo que fueron detenidas con sus 24 tripulantes.
Moscú calificó las acciones de Kiev como "terrorismo marítimo" y contestó endureciendo los controles en la zona rusa del mar de Azov, que se conecta con el Negro a través del estrecho de Kerch.
Además: ¿Qué se esconde detrás de la provocación de Poroshenko?
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, indicó que el incidente naval era una provocación y reveló que entre los tripulantes de los buques infractores había dos efectivos del Servicio de Seguridad de Ucrania quienes estuvieron dirigiendo esa operación.
El 28 de noviembre, el presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, promulgó el decreto para imponer la ley marcial en Ucrania.
La ley se aplica por un plazo de 30 días y se limita a las zonas situadas a lo largo de la frontera rusa, del sector de Transnistria de la frontera entre Ucrania y Moldavia y también a lo largo de la costa de los mares Negro y de Azov.