"Resulta cada vez más fuerte nuestro deseo de abandonar el Consejo de Europa, lo digo sinceramente", destacó Matvienko.
"Resulta inútil prolongar esa pausa, llevamos cuatro años negociando y todo está en un punto muerto", subrayó la senadora.
En abril de 2014, la PACE privó a la delegación rusa del derecho a voto, después de que Crimea se separara de Ucrania y se uniera a Rusia mediante un referéndum apoyado por más del 96% de la población de la península.
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En 2015, la PACE introdujo nuevas restricciones, en tal situación la delegación rusa declaró la imposibilidad de seguir participando en sus labores y a partir de 2016 Moscú dejó de dirigir la documentación para la acreditación de su delegación ante la PACE.
En marzo pasado, la PACE reconoció por primera vez que la decisión de las autoridades turcas de reducir su elevada aportación, que había asumido por su propia voluntad, y la decisión de Rusia de suspender pagos correspondientes a 2017 y parte de su cuota de 2018, provocaron dificultades financieras, lo cual obligó a la PACE a congelar 1,5 millones de euros de su presupuesto de 2018 (de unos 17,5 millones de euros).
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En abril pasado, el secretario general del Consejo de Europa, Thorbjorn Jagland, amenazó con imponer sanciones a Rusia por el impago.