Vínnik fue detenido en Grecia en julio de 2017 y para la fecha ya son cuatro las resoluciones judiciales que exigen su extradición: una de EEUU, una de Francia y dos de Rusia.
"Son acusaciones gratuitas, todas… Ni en Francia ni en Estados Unidos ni en ningún otro país hay denuncias de presuntas víctimas de mis acciones", dijo Vínnik en declaraciones a Sputnik.
Su abogado, Timoféi Musátov, comentó a su vez que en realidad se trata de "una operación especial lanzada conjuntamente por Francia y Estados Unidos para obtener la cabeza de Vínnik".
Vínnik aseguró estar dispuesto a contestar a todas las preguntas que le haga la justicia rusa.
"Si se trata de mi extradición a Rusia lo acepto… Contestaría a todas las preguntas del juzgado ruso porque confío en él, pero no así en el caso de los juzgados de otros países", subrayó.
Vínnik dijo, además, que Francia pide su extradición solo para enviarlo inmediatamente a EEUU.
"Nunca estuve en Francia y por lo tanto no pueden incriminarme de nada, tal como lo establecen las leyes europeas… ¿Para qué me quieren en Francia? Solo para entregarme inmediatamente a Estados Unidos", apuntó Vínnik.
Según agregó, Francia no se preocupa porque las acusaciones tengan o no fundamento.
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