"En estos momentos, gracias a una serie de pruebas complejas genético-moleculares, se confirmó la autenticidad de los restos hallados del exemperador Nicolás II, los miembros de su familia y personas allegadas", declaró.
Según la portavoz, los resultados de la comparación de los perfiles de restos óseos y muestras de descendientes de los Románov (la dinastía zarista rusa) confirman, tanto por vía paterna como materna, que los restos pertenecen a Nicolás II y sus familiares.
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Además, en base a las pruebas para establecer el parentesco biológico entre el emperador Alejandro III (exhumado en de la Catedral de San Pedro y San Pablo de San Petersburgo) y los restos atribuidos a Nicolás II, se estableció que tenían una relación de parentesco padre-hijo.
"Tras el fin del trabajo de dos comisiones médicas (antropológicas) y peritaje jurídico histórico y de archivos, se tomará una decisión final sobre la causa penal", añadió.
Petrenko indicó que importantes científicos participan en este proceso de peritaje.
"Para establecer todas las circunstancias de la muerte y sepelio de los miembros de la familia del zar, solucionar las discusiones generadas en relación a la identificación del grupo de personas halladas cerca de Ekaterimburgo, la investigación volvió a estudiar todos los aspectos de importancia para el caso y se llevó a cabo un conjunto de acciones de instrucción e investigaciones de expertos", concluyó.