El Vasili Griazev está dotado de dos ametralladoras autónomas y es capaz de atacar blancos aéreos, navales y costeros. No obstante, el hecho más importante es que nunca dispara a matar, sino para hacer una advertencia.
Según explicó el capitán del buque, Alexandr Gribov, al periódico Zvezda, los guardias fronterizos rusos siempre advierten a los tripulantes que violaron la frontera marítima rusa que abandonen la zona del ataque.
"Así que, el objetivo principal es inmovilizar el buque e impedir la violación", subrayó.
Gribov agregó que la velocidad máxima de los barcos de la Patrulla Fronteriza supera la de cualquier buque pequeño, yate o bote pesquero.
"Es posible determinar la ruta de una persona, su peso e incluso cuánta gente hay. Este conocimiento se acumula con los años", explicó.
A su vez, el jefe de la protección fronteriza, Serguéi Mandrichenko, afirmó que todos los militares que prestan servicio en la frontera rusa en Kaliningrado trabajan por contrato, de modo que son más educados y están más preparados que los soldados del Ejército, que solo prestan servicio durante dos años.
"Tenemos la frontera más larga del mundo, de 60.000 kilómetros", afirmó Mandrichenko.
Y subrayó que los guardias fronterizos, conocidos como 'boinas verdes', prestan servicio "24 horas al día, siete días a la semana y 365 días al año".