"Tras la derrota del llamado Estado Islámico (Daesh, organización terrorista proscrita en Rusia), sus militantes se trasladan de Siria e Irak a otras regiones, entre ellas Asia Central y Sudoriental donde van estableciendo nuevas células terroristas", advirtió Shoigú al intervenir en una reunión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) al nivel de titulares de defensa.
"Los drones en el arsenal de grupos armados en Siria tienen un alcance de más de 100 kilómetros. El uso de estas armas en zonas densamente pobladas podría acarrear consecuencias desastrosas", subrayó Shoigú.
Los militares rusos, según el ministro, procuran impedir la infiltración de los terroristas en Asia Central.
"A estos efectos incrementamos la disponibilidad operativa de bases militares rusas en Tayikistán y Kirguistán, dotándolas de armas y equipos modernos, ayudamos a nuestros socios regionales a elevar la capacidad combativa de sus fuerzas armadas y confeccionamos planes militares conjuntos", apuntó.
La reconstrucción de Siria
El ministro dijo también que la Organización de Cooperación de Shanghái podría contribuir a la unidad de Siria.
"Actualmente existen las condiciones necesarias para restaurar a Siria como un Estado único e indivisible. Para alcanzar este objetivo, se requiere el esfuerzo de toda la comunidad internacional, no solamente Rusia", declaró Shoigú al reunirse en Pekín con sus colegas de la OCS.
El ministro añadió que "esperamos el apoyo de parte de los Estados miembros" del bloque.
Shoigú señaló que "la mayor parte de Siria está libre de grupos armados y se celebran negociaciones con los demás terroristas para que depongan las armas".
La vuelta de las carreras armamentistas
Además, Serguéi Shoigú acusó a EEUU de incitar una nueva carrera armamentista.
El titular de Defensa ruso afirmó que "EEUU desea preservar la hegemonía en los asuntos internacionales usando todos los medios, incluyendo los militares, y empuja a otros países hacia una nueva carrera de armamentos".
Shoigú añadió que "Washington no está dispuesto a cooperar sobre una base de igualdad, ni siquiera con sus socios tradicionales".
"Lo evidencian las nuevas doctrinas de seguridad nacional y de defensa de EEUU, su afán por revisar los más importantes acuerdos internacionales, incluyendo las resoluciones de las Naciones Unidas y los principios básicos de la Organización Mundial del Comercio", dijo.
Para el ministro de Defensa ruso, "EEUU proclama sin tapujos la posibilidad de corregir con la fuerza militar aquellas tendencias en la política y en la economía mundiales que considera inconvenientes".
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Según remarcó, "EEUU afirma sin vergüenza que las tendencias de la política y la economía mundial con las que no está de acuerdo pueden ser enmendadas por la fuerza militar".
"Hoy en día observamos que se transforman las relaciones internacionales, pasan hacia el sistema polifacético caracterizado por el recrudecimiento de la competencia por el liderazgo regional y global", constató.
Estabilidad en la OCS
Shoigú aseguró también que los países que integran la OCS logran impedir que se perturbe la estabilidad en la zona.
"Pese al agravamiento de la situación internacional, la OCS impide la desestabilización en su área de responsabilidad", dijo Shoigú al intervenir en el foro.
El ministro ruso destacó que las prioridades de la OCS, formada en 2001, siguen siendo el mantenimiento de la paz y la estabilidad.
"La labor de la OCS favorecerá el logro de este objetivo", subrayó.
Además el titular ruso saludó la activa participación de la India y Pakistán en los asuntos de la cooperación militar, los dos países entraron en la OCS en junio de 2017.
"La ampliación favorece al aumento de la influencia de la OCS tanto en los ámbitos político, económico, humanitario como de la seguridad", puntualizó.
Shoigú adelantó que crece el interés de otros países por unirse a la organización.
Fundada en 2001, la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) integra hoy a ocho naciones: China, India, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.
Afganistán, Bielorrusia, Irán y Mongolia participan en la alianza como observadores; Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía poseen el rango de socios de diálogo.
