"Hay muchas tareas actuales para las autoridades, así como para las empresas, que se deben resolver de manera conjunta, considerando la situación relacionada con una nueva ronda de sanciones antirrusas", dijo en un encuentro con la Unión de Industriales y Empresarios rusos.
Medvédev resaltó que las sanciones estadounidenses es un modo ilegítimo para solucionar las tareas políticas con herramientas económicas.
"De hecho, la lucha no solo está dirigida contra las compañías que trabajan en Rusia, sino se desata en mercados extranjeros; fueron sancionadas las empresas que desempeñan un rol importante en sus ámbitos en una serie de regiones, lo que influye sobre el crecimiento económico, así como empleos", señaló el primer ministro.
Los activos de estas personas y empresas bajo jurisdicción estadounidense, quedan embargados y las transacciones financieras con ellas, prohibidas.
A mediados de abril, Washington anunció que está considerando imponer nuevas sanciones contra Rusia por su apoyo al Gobierno sirio, al que los países occidentales acusan de un ataque con cloro en la ciudad de Duma, a las afueras de Damasco.