"Rusia y el presidente Putin quieren normalizar las relaciones allí donde sea posible, desarrollar y fomentar las relaciones con muchos países, especialmente con nuestros socios de Europa, con EEUU", dijo Peskov en una entrevista.
Al mismo tiempo, lamentó, en las relaciones internacionales se observan "cada vez más elementos de una guerra fría".
A medida que Rusia avanza en su desarrollo y se hace más fuerte, según el portavoz, más incómodos se sienten sus oponentes y "más dura se vuelve su comportamiento en las relaciones internacionales".
"Están dispuestos a poner en peligro el derecho internacional, las bases de las relaciones internacionales, el régimen del libre comercio (…) olvidar todas las reglas en su afán de contener a Rusia", apuntó.
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Con respecto a los países europeos, Peskov señaló que muchos son conscientes de que Rusia es parte inalienable de Europa.
"Es impensable una Europa próspera y pujante si Rusia no está implicada en todos los procesos europeos", afirmó.
Peskov, reafirmó que Rusia no tiene la intención de implicarse en una carrera de armamentos.
El representante del Kremlin recordó que Rusia se propone disminuir el gasto en defensa.
"Más tarde [el presupuesto militar] se reducirá (…) dentro de cinco años, planeamos gastar menos del 3% de nuestro PIB en la defensa y la producción de armas", dijo.
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Peskov destacó que esa cifra "es incomparable con los gastos de Estados Unidos".
La retirada de EEUU del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM), en 2002, puso en peligro la disuasión nuclear, según Peskov.
Rusia propuso en más de una ocasión soluciones de compromiso para garantizar la seguridad internacional de forma conjunta, pero sus intentos jamás fueron correspondidos.
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"Como resultado, la única vía era demostrar que Rusia es capaz de garantizar el sistema de la disuasión recíproca en todo caso, por mucho que nuestros oponentes en este tema se empeñen en crear un escudo antimisiles", dijo.
El presidente mencionó en particular el misil intercontinental Sarmat, que debe sustituir los misiles pesados Voevoda creados en la Unión Soviética, el misil hipersónico de emplazamiento aéreo Kinzhal, que se desplaza 10 veces más rápido que el sonido y realiza maniobras en toda su trayectoria, así como un misil de crucero con propulsión nuclear que es capaz de burlar la defensa antimisiles.
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