Su abuelo paterno trabajaba de cocinero, y lo hizo primero para Vladímir Lenin y luego para Iósif Stalin —los dos primeros líderes comunistas de Rusia y de la URSS—, en una 'dacha' cerca de Moscú, en la localidad de Gorki, afirmó Putin en una entrevista para el documental del periodista Andréi Kondrashov.
El abuelo materno de Putin luchó en la Primera Guerra Mundial en el frente ruso-austriaco.
El presidente ruso también mencionó que sus hijas discuten con él cómo mejorar el país y también reconoció que no siempre fue lo suficientemente exigente con ellas, aunque siempre les deseó lo mejor, tal y como hicieron sus padres con él.
"Sé que mis padres me amaban mucho, vivía en una atmósfera de amor, era obvio para mí", confesó Putin.
Recordó que sus padres no querían que practicara deportes de combate, como el sambo o el judo, pero sí soñaban con que llegara a ser músico, y por eso le compraron un acordeón.
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Respecto a sus hijas, María y Katerina, agregó que son adictas al trabajo, algo que le enorgullece.