Al anunciar el veredicto, la jueza Liudmila Biliukova señaló que, de acuerdo con los resultados del informe pericial psicológico, Chuplinski era consciente de las consecuencias de sus acciones. Asimismo, los expertos diagnosticaron que el criminal era propenso a la adicción homicida y al necrosadismo.
La investigación reveló que la mayoría de las víctimas eran prostitutas. Luego de tener relaciones íntimas con ellas, iniciaba una pelea y finalmente las mataba.
Antes de Chuplinski, el asesino de mujeres más célebre en Rusia fue el pedagogo soviético Andréi Chikatilo, 'El Carnicero de Rostov'. Entre 1978 y 1990 cometió asalto sexual, asesinato y mutilación de al menos 52 mujeres y niños.