"Es una tontería absoluta, algo imposible, porque ni siquiera el embajador puede enviar él mismo el correo diplomático", afirmó Panov quien es profesor en la Universidad de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO).
Según explicó, ni el personal técnico ni los más altos cargos diplomáticos tienen acceso directo a la formación y el envío de la valija diplomática.
"Los diplomáticos no participan en la formación de la valija diplomática ni la envían ellos mismos, lo hacen otras personas que para eso están en la embajada", reveló.
"Las normas son tan duras que incluso les prohíben abandonar el territorio de la embajada y salir a la ciudad… Ni es posible corromperlos ni reclutarlos porque tienen prohibido comunicarse con extranjeros", dijo Panov.
De manera que resulta imposible que personas ajenas obtengan acceso a las valijas diplomáticas para enviar en este caso droga, concluyó.
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La semana pasada, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bulrrich, informó que los servicios de Inteligencia de su país junto a los de Rusia habían prevenido el envío a Rusia de 389 kilogramos de cocaína desde Buenos Aires.
La operación comenzó el 14 de diciembre de 2016, cuando los diplomáticos de la embajada rusa en Argentina se pusieron en contacto con la ministra Bullrich para alertarle que sospechaba que un anexo de la sede diplomática estaba siendo usado para esconder droga y se ofrecieron a cooperar.
Tras una investigación que incluyó escuchas telefónicas y otras operaciones de Inteligencia, se incautó la mencionada cantidad de droga en valijas diplomáticas, un contenido valorado en unos 50 millones de euros.
Se constató que uno de los implicados era un exfuncionario del personal técnico de la embajada rusa en Argentina quien habría dejado en la escuela de la embajada el cargamento con la droga.
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Además, fueron detenidas dos personas más en Rusia y otras tantas en Argentina, incluido un inspector de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires.