"La investigación recogió suficientes datos que constatan el buen estado del autobús", dijo a la prensa.
Por ello, señaló, el detenido conductor del autobús Víktor Tíjonov enfrenta acusaciones por la violación de las normas de tráfico que provocó la muerte de dos o más personas, un delito que se castiga en Rusia con penas de hasta siete años de cárcel e inhabilitación de hasta tres años.
Petrenko indicó que la investigación solicitó el arresto del conductor.
De esta manera se confirmaron los primeros datos que apuntaron a que el accidente se produjo por un factor humano, tal y como adelantó antes el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobiov.
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Sin embargo, el propio conductor aseguró que no pudo parar el autobús por un fallo del sistema de frenos.
Al menos cuatro personas murieron y otras 10 resultaron heridas en la tragedia, que tuvo lugar el 25 de diciembre cerca de la estación del metro Slaviánski Bulvar.
