"La empresa decidió defender sus intereses ante los tribunales en el marco de la Ley de procedimiento administrativo, que regula el proceso de proponer y aprobar distintas normas administrativas por las instituciones federales de EEUU", dice el comunicado de Kaspersky Lab.
Al mismo tiempo, la empresa declara que la decisión del Departamento de Seguridad Nacional se basa en informes anónimos y no confirmados de los medios de comunicación, así como en rumores y acusaciones falsas contra la compañía.
En septiembre pasado, el Departamento de Seguridad Nacional de EEUU ordenó que se eliminaran todos los productos de Kaspersky de las computadoras instaladas en las oficinas gubernamentales estadounidenses, ante la posibilidad de que estos fueran usados por los servicios de inteligencia rusos.
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Por su parte, la compañía desmintió las acusaciones de ciberespionaje y recordó que su director ofreció al Gobierno estadounidense que analizara el código fuente de sus programas para demostrar que son seguros, respetan la privacidad de los usuarios y no tienen ningún vínculo con el Gobierno ni la inteligencia de Rusia.