"No es que Occidente estuviera inquieto, sino que intentó usar los ejercicios que nosotros (Rusia y Bielorrusia) celebramos como pretexto para aumentar la histeria", dijo en una entrevista con la cadena bielorrusia STV.
Subrayó quede ese modo "nuestros socios estadounidenses y la OTAN lograron desplegar en el territorio de los países bálticos y Polonia contingentes y equipos militares adicionales".
"El pretexto se usó, los temores no se confirmaron, pero como se suele decir el caso está cerrado", indicó.
El ministro recordó que Moscú y Minsk avisaron con antelación de los ejercicios a los países firmantes del Documento de Viena sobre medidas destinadas a fomentar la confianza y la seguridad de 2011 e invitaron a observadores.
"Todos los que querían presenciaron los ejercicios y confirmaron que todo se realizó de manera transparente", señaló.
El propio secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ya antes de los ejercicios reconoció que no representaban una amenaza a ninguno de sus miembros.
Desde el Ministerio de Defensa ruso señalaron, a su vez, que las maniobras tuvieron un carácter exclusivamente defensivo y que las preocupaciones infundadas de algunos miembros de la OTAN respecto a los ejercicios ruso-bielorrusos sirvieron de una excusa para ampliar la presencia militar de EEUU en la región del Báltico.
- Cuarteto de Normandía
El ministro coméntó, además, que los asesores de los líderes del Cuarteto de Normandía volverán a negociar en breve.
"Continuaremos esforzándonos, en particular en Minsk, que sigue otorgando oportunidades para celebrar negociaciones del Grupo de Contacto que en breve se reanudarán a nivel de los asesores de los líderes de los países del Cuarteto de Normandía", dijo Lavrov en la entrevista.
Lavrov subrayó que el complejo de medidas firmado en la capital bielorrusa no tiene alternativas para solucionar la crisis ucraniana.
"Otra cosa es que no todo lo que estipula se cumple", señaló.
Las hostilidades en la zona han dejado desde abril de 2014 y hasta la fecha más de 10.200 muertos, según estimaciones de la ONU.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.