"Las operaciones militares de envergadura contra los grupos terroristas en Siria se están concluyendo, quiero señalar que gracias a los esfuerzos de Rusia, Irán y Turquía se logró evitar la desintegración de Siria, su usurpación por los terroristas internacionales y la catástrofe humanitaria", dijo Putin.
Afirmó que el diálogo sirio debe incluir a todos los grupos de la población del país.
Recordó que "este documento prevé la puesta en marcha de un amplio diálogo sirio con la participación de todos los grupos de la población —étnicos, confesionales y políticos—".
"El pueblo sirio debe determinar por sí solo su futuro, acordar los principios del sistema estatal, es evidente que el proceso de reformas no será fácil (…) Este es precisamente el objetivo de nuestra iniciativa de convocar aquí en Sochi el Congreso del Diálogo Nacional Sirio", añadió el líder ruso.
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El presidente ruso elogió también el rol que desempeñaron los presidentes de Turquía y de Irán, Recep Tayyip Erdogan y Hasán Rohaní, en las consultas de Astaná y en el cese de hostilidades en Siria.
Asimismo, aseguró que en el territorio de Siria se cumple el alto el fuego.
"El régimen de cese de los enfrentamientos se cumple, fueron creadas y funcionan cuatro zonas de distensión en puntos cruciales del país", afirmó el presidente ruso.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 17 ноября 2017 г.
Putin subrayó que, después de la creación de las zonas de seguridad, los refugiados comenzaron a regresar al país árabe.
"Estoy seguro de que el éxito de las futuras transformaciones depende en gran medida de la resolución de problemas sociales y económicos de Siria, la recuperación de la industria, agricultura, infraestructura, sistemas de salud y educación", dijo.
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Además, el presidente ruso subrayó la importancia del "aspecto humanitario, incluida la asistencia al pueblo, el desminado de los territorios liberados, la ayuda para que regresen los refugiados".
Rusia, Turquía e Irán deben centrar sus esfuerzos en asegurar una solución política duradera a la crisis siria, declaró.
"Creo que nuestros esfuerzos deben centrarse en asegurar una normalización duradera en Siria, me refiero ante todo al proceso de la solución política con la finalización de esas negociaciones en el marco del proceso de Ginebra, y en contribuir a la reconstrucción del país en el período posconflicto", dijo el mandatario ruso.
Rusia, Turquía e Irán actúan como garantes del alto el fuego declarado en Siria a finales de 2016 y son copatrocinadores del llamado proceso de Astaná, las consultas internacionales que buscan consolidar el armisticio y allanar el camino a una transición política en Siria.
A principios de mayo pasado, los tres países firmaron un memorando para establecer en Siria cuatro zonas de distensión con el objetivo de poner fin a los enfrentamientos armados entre las fuerzas gubernamentales y las de la oposición, afianzar el armisticio vigente desde el 30 de diciembre y separar a los rebeldes de los grupos terroristas.
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En lo que va de año se celebraron siete rondas de negociaciones sobre Siria en Astaná.
Las hostilidades, según datos de altos cargos de la ONU, han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos.
La solución a la crisis siria se debate en la plataforma de Ginebra, auspiciada por la ONU que busca una solución política al conflicto, y de Astaná, copatrocinada por Rusia, Turquía e Irán, que se centra en el cese de las hostilidades.
