El destacamento está integrado por militares contratados —soldados, sargentos y oficiales— especializados en la aplicación de métodos radioelectrónicos para combatir los drones.
La intensidad del aprendizaje es comparable con la de la formación de las unidades especiales, destacó el militar, así que el nuevo regimiento puede ser considerado como "fuerzas especiales de la lucha radioelectrónica".
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Los integrantes practican las operaciones antidrones con los aparatos no tripulados militares que se acercan al fin de su vida útil, así como con los blancos voladores especiales.
No obstante, tradicionalmente esas unidades se forman de una manera temporal, para participar en las maniobras o un entrenamiento especial. La nueva unidad, a su vez, tiene un carácter constante.
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