Se trata de tres niños chechenos de apellido Abduláev y dos niñas, Fauda y Mariam, que responden al apellido de Alíeva y provienen de Daguestán.
Los padres de Fauda y Mariam también murieron en ese país de Oriente Próximo, y a partir de ahora las pequeñas, la menor de las cuales cuenta con solo cuatro meses, estarán bajo la custodia de su abuela.
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El miembro del Consejo de la Federación por Chechenia, Ziad Sabsabi, que acompañó a los menores durante el vuelo, subrayó que Rusia es el único país que se preocupa de que las mujeres y niños que fueron trasladados ilegalmente a las zonas de conflicto en Oriente Próximo regresen a sus hogares.
"Por muy peligroso y difícil que resulte, nuestra obligación consiste en lograr el retorno de nuestros niños, es una cuestión de honor", dijo el parlamentario, agregando que la labor continuará hasta que el último menor regrese a Rusia.
La defensora del menor de Rusia, Ana Kuznetsova, afirmó en septiembre que en Siria e Irak se encuentran 445 niños de Rusia, el 28% de los cuales tiene menos de tres años.
"Rusia está mostrando a todo el mundo que ella hace retornar a sus mujeres y niños, podemos estar orgullosos de que Rusia por el momento sea el primero y único país que logra el regreso de sus ciudadanos a su tierra", señaló Sabsabi.
A principios de agosto el líder de la república de Chechenia publicó en su cuenta de Instagram un vídeo grabado en un orfanato en Bagdad, en el que aparecen menores rusos que fueron llevados a Irak por sus progenitores.
Kuznetsova afirmó en esa ocasión que contaba con una lista con 350 niños rusos abandonados por sus padres yihadistas en Irak y Siria, en su mayoría procedentes de Chechenia y Daguestán, dos territorios rusos con poblaciones mayormente musulmanas.
Por el momento al menos 16 niños y cuatro mujeres regresaron a Rusia gracias a la gestión de Kadírov.