"En el marco de la investigación (…) se detuvo al conductor del autobús (…) Pronto se presentarán cargos contra Sarmanov", comunicó el Comité de Investigación de Rusia.
Se precisa que Sarmanov sabía que el autobús no estaba adoptado para transportar a pasajeros, pero seguía haciéndolo.
La tragedia ocurrió a las 3.40 del 6 de octubre (0.40 GMT) en un cruce ferroviario de la región de Vladímir.
En el vehículo, de matrícula kazaja, viajaban 56 pasajeros uzbekos y dos conductores, nacionales de Kazajistán.
Los sobrevivientes son más de treinta pasajeros que se bajaron para empujar el autobús después de que uno de los conductores diera la voz de alarma.
El maquinista del tren San Petersburgo-Nizhni Nóvgorod activó el freno de emergencia, pero la distancia fue insuficiente para evitar el choque que dejó el autobús convertido en un amasijo de hierro.
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Según la investigación el accidente causó 17 muertos y numerosos heridos.
