"El 16 de septiembre de 2017 un avión de combate y entrenamiento Yak-130 se accidentó mientras realizaba un vuelo de entrenamiento, la tripulación logró alejar la aeronave de los edificios aledaños y se catapultó con éxito", dice el comunicado.
Según el ministerio, un equipo de búsqueda y rescate evacuó a ambos pilotos y los trasladó a la base aérea.
"Su vida y salud están fuera de peligro", indica el texto.
Una comisión para la seguridad de los vuelos de las Fuerzas Armadas de Rusia se dedicará a investigar las causas del accidente, añade.