"En la práctica son bombas dirigibles, algunas de las cuales planean; la familia de estas, con masas de 12, 25, 50 y 100 kilogramos tienen como fin llevar una carga explosiva de hasta 50 kilogramos a distancias de 12 a 200 kilómetros en régimen de planeo y hasta 100 kilómetros con uso de propulsores", aseveró el interlocutor de la agencia.
Este proyecto, afirmó la fuente, surgió como una iniciativa de las compañías hace tres años.
La dimensión de los proyectiles oscila entre uno y dos metros, siendo la carga útil (el explosivo) de 7, 17, 25 y 50 kilogramos.
Todos cuentan con una configuración modular que permite construir en condiciones de campaña tanto artefactos que planean como bombas con propulsión, dotarlos de la carga explosiva y cambiar los módulos de apunte.
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La navegación se lleva a cabo en base a datos de un sistema inercial y por medio de un sistema de navegación satelital.
El apunte se realiza por medio de un sistema láser o por medio de un módulo de control de vídeo.
Según explicó a Sputnik el experto ruso en drones Denís Fedutínov, la larga ausencia de sistemas de drones pesados en Rusia conllevó a la ausencia de sistemas de armas de pequeño tamaño producidos en el país que puedan ser potencialmente usadas en este tipo de equipos.
"El surgimiento de nuevos sistemas de armas es un hecho positivo que indica que la solución del problema enunciado se lleva a cabo paralelamente a la creación de drones rusos como Korsar, Orion, Altius, dirección que muestra en la actualidad un claro progreso", afirmó el especialista.