Tras visitar el centro infantil Sirius, en Sochi, el mandatario reveló qué quería ser cuando era niño.
"Cuando yo era niño soñaba con una cosa; luego, años más tarde, soñaba con otra, luego con una tercera y una cuarta. Y eso está bien. Es necesario estar contento con el hecho de que tienes un sueño", dijo Putin.
Así, Putin señaló que una de sus recuerdos más importantes tuvo lugar en una competición sin importancia, de bajo nivel, pero que ha logrado recordar por toda una vida. "Fue porque yo creía en mí mismo", explicó el mandatario.
Entre otros momentos curiosos de su vida, el líder ruso mencionó su primer año en la Presidencia, cuando los cocineros del Kremlin le preguntaron qué quería de comer. Putin pidió vieiras. Sin embargo, los cocineros se equivocaron y prepararon un plato de crestas de gallo, debido a que la pronunciación en ruso de ambas comidas es muy similar.
"Pues, les aseguré que el plato estaba bien, sabroso, pero pensé: ¡qué sabor tan extraño! Me respondieron: "Gracias a Dios que le gustó. ¡Tuvimos que matar a tantos gallos!", recordó el presidente.
"Si hablamos de los tres valores principales en la vida, el primero es la vida misma, es el más importante, también el amor y la libertad".
Putin observó que estas tres nociones son dignas de una infinita reflexión y que sobre cada una "se puede escribir tratados enteros".