"No tiene ningún sentido desplegar fuerzas de desembarco en esa zona", dijo Ignatov a Sputnik.
Explicó que las unidades de desembarco aéreo requieren solo una orden para llegar a cualquier punto del Ártico a la hora precisa.
En los últimos años Rusia ha intensificado el desarrollo de sus territorios septentrionales y aplicó una serie de medidas para defender sus intereses en el Ártico, que acapara cada vez más atención de los países de la OTAN.
Las reservas probadas de petróleo en estos territorios se estiman en unos 585 millones de toneladas, según un informe del Ministerio ruso de Recursos Naturales y Ecología.