"Se estudia mantener en Bruselas a un encargado de negocios después de que Alexandr Grushkó regrese a Moscú", indicó el interlocutor del rotativo.
La fuente argumentó la posible medida en que la OTAN no está dispuesta a un diálogo constructivo y aprovecha cualquier desacuerdo para verter acusaciones contra Rusia.
Sin embargo, Moscú duda de que esta cita tenga resultado alguno, dados la negativa del bloque militar a "hacer caso de la posición rusa" y su empeño en culpar a Moscú de los acontecimientos en la vecina Ucrania.
"Sería absurdo esperar una actitud constructiva en una situación donde el interlocutor no hace sino acusar", resumió.
A finales de junio, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que la alianza espera celebrar una reunión con Rusia antes de las vacaciones de verano y que tiene la intención de discutir durante este encuentro las maniobras ruso-bielorrusas Occidente 2017 previstas entre el 14 y el 20 de septiembre.
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