"Se debe en gran parte a factores coyunturales, unos procesos sustituyen a otros, cuando unos u otros parámetros de inversión resultan más atractivos para inversores", dijo.
Explicó que el Kremlin sigue considerando que "una cierta volatilidad siempre es posible, los capitales llegan al país y lo abandonan libremente".
Más temprano trascendió que los inversores extranjeros llevan ya cuatro meses reduciendo sus inversiones en los activos rusos.
En particular se informó que en este plazo la fuga de capitales desde Rusia fue de más de 1.600 millones de dólares.
Según medios, esta tendencia entre otros factores se explica por las relaciones entre Rusia y EEUU y la caída de los precios de petróleo.